Hace una semana mis tíos y mi primo
pequeño se fueron de vacaciones a Tenerife, yo los acompañé al
aeropuerto y el vuelo les salía a las 17:00 de la tarde. Llegaron
allí sobre las 19:00 y nos llamaron, nos dijeron que se habían
olvidado de atrasar una hora en sus relojes, que todo era muy
gracioso porque ni sabían la hora que era.
Yo le pregunté “¿Por qué en
Tenerife hay que atrasar una hora?”, mi tía me dijo que es porque
Tenerife está en otro meridiano diferente que al del resto de la
Península.
En esa semana mis tíos me llamaron a
menudo, el día 23 de septiembre era su día de regreso.
Al llegar a casa me dijeron que en el
avión la azafata le dijera a todos los pasajeros que hoy era uno de
los dos únicos días al año que había un equinoccio, ellos y
algunos más al no haber estudiado eso de pequeños no tenían ni
idea de lo que era, la azafata les explicó que un equinoccio es que
si tu cuentas mirando un reloj las horas que tuvo el día y las horas
que tuvo la noche son las mismas, esto ocurre en primavera y en
otoño.
La azafata también les informó por si
volvían otra vez lo que era un solsticio, que también pasa solo dos
veces al año en verano (21 de junio) donde es el día mas largo que
la noche y en invierno (22 de diciembre) donde es todo lo contrario.
Mi tía me lo explicó tan bien que parecía como si me lo contara la
azafata.
Una vez que mi tía me contó todo
esto, mi primo me dijo: “!La tierra es redonda y es recta!”, yo
se lo negué, le expliqué que la Tierra esta inclinada y que se
traslada alrededor del Sol y rota alrededor de si misma, de ahí
vienen los cambios de estaciones, siempre va a ver un lado de la
Tierra que no le de el Sol, por eso mientras aquí es de día en
Brasil es de noche.
Mi tía me dijo que en estas vacaciones
había aprendido más que lo que aprendió en el colegio y que la
próxima vez que haya un día de solsticio o de equinoccio ya
estaremos informadas las dos.
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