miércoles, 2 de octubre de 2013

Mi historia.

Hace una semana mis tíos y mi primo pequeño se fueron de vacaciones a Tenerife, yo los acompañé al aeropuerto y el vuelo les salía a las 17:00 de la tarde. Llegaron allí sobre las 19:00 y nos llamaron, nos dijeron que se habían olvidado de atrasar una hora en sus relojes, que todo era muy gracioso porque ni sabían la hora que era.
Yo le pregunté “¿Por qué en Tenerife hay que atrasar una hora?”, mi tía me dijo que es porque Tenerife está en otro meridiano diferente que al del resto de la Península.
En esa semana mis tíos me llamaron a menudo, el día 23 de septiembre era su día de regreso.
Al llegar a casa me dijeron que en el avión la azafata le dijera a todos los pasajeros que hoy era uno de los dos únicos días al año que había un equinoccio, ellos y algunos más al no haber estudiado eso de pequeños no tenían ni idea de lo que era, la azafata les explicó que un equinoccio es que si tu cuentas mirando un reloj las horas que tuvo el día y las horas que tuvo la noche son las mismas, esto ocurre en primavera y en otoño.
La azafata también les informó por si volvían otra vez lo que era un solsticio, que también pasa solo dos veces al año en verano (21 de junio) donde es el día mas largo que la noche y en invierno (22 de diciembre) donde es todo lo contrario. Mi tía me lo explicó tan bien que parecía como si me lo contara la azafata.
Una vez que mi tía me contó todo esto, mi primo me dijo: “!La tierra es redonda y es recta!”, yo se lo negué, le expliqué que la Tierra esta inclinada y que se traslada alrededor del Sol y rota alrededor de si misma, de ahí vienen los cambios de estaciones, siempre va a ver un lado de la Tierra que no le de el Sol, por eso mientras aquí es de día en Brasil es de noche.


Mi tía me dijo que en estas vacaciones había aprendido más que lo que aprendió en el colegio y que la próxima vez que haya un día de solsticio o de equinoccio ya estaremos informadas las dos.

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